Neutralidad en la degradación de la tierra
17.02.2015 Por: UNCCDLa Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD) se creó en 1994 como fruto de los esfuerzos por detener la degradación de la tierra. No obstante, y a pesar de los más de veinte años de esfuerzos a nivel internacional, la situación empeora. Los expertos han estimado que en 2030 las demandas de energía se duplicarán, las de alimento se incrementarán en un 45% y las de agua en un 30%.
El presente informe “Neutralidad en la degradación de la tierra – La resiliencia a escala local, nacional y regional (2014)” aporta una visión del estado de la cuestión y refleja hasta qué punto ha avanzado este año en el conocimiento del concepto y la visión común sobre lo que se puede llevar a cabo en el marco de la Lucha contra la Desertificación.
‘Las soluciones están a nuestro alcance. Para alcanzarlas es esencial que se dé un esfuerzo global concreto para frenar y revertir la degradación del suelo, restaurar los ecosistemas degradados y gestionar nuestros recursos terrestres de manera sostenible. Éste es el nivel de ambición necesario para hacerse cargo de este desafío mundial, que respondería a la siguiente pregunta:
¿Cómo intensificamos de manera sostenible la producción de alimentos, combustible y fibra para alcanzar las necesidades futuras sin degradar en el futuro ese recurso finito que es el suelo?
Las prácticas de gestión sostenible de la tierra (GST), como la agroforestería y la agricultura de conservación, pueden impulsar los rendimientos y prevenir una futura degradación de la tierra. Su rehabilitación y las actividades de restauración del ecosistema también pueden ayudar a recuperar la capacidad productiva y otros servicios importantes afectados por su mala gestión. Un objetivo o meta para conseguir la neutralidad en la degradación de la tierra ayudaría a movilizar recursos y cumplir con nuestros principales compromisos para gestionar de manera responsable los recursos del suelo’.